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¿Cómo limpiar los radiadores de la calefacción?

Limpiar los radiadores de la calefacción

 

Limpiar los radiadores de la calefacción y ponerlos a punto para el invierno

Ahora que por fin ha llegado el frío, limpiar los radiadores de la calefacción es una tarea en la que casi todos tendremos que pensar en algún momento.

Como sucede en otros sistemas como los conductos de aire acondicionado, la acumulación de polvo y suciedad afecta de forma negativa al funcionamiento de los radiadores; así que si no queremos llevarnos una sorpresa desagradable al volver a encenderlos, o pagar mucho más de lo que deberíamos en la factura eléctrica o del gas a final de mes, conviene que les demos un repaso.

Los problemas de unos radiadores sucios y descuidados son, concretamente, tres:

  • Menor rendimiento. Como es evidente, un radiador cubierto por una capa de suciedad no calentará de forma tan eficiente como uno limpio. Es una cuestión de eficiencia energética, cuyo déficit puede hacer que calentar nuestra casa nos salga más caro de lo que imaginamos.
  • Posibilidad de averías. La suciedad y el polvo se filtran en el interior de cualquier mecanismo, incluidos los de los radiadores. Si los descuidamos durante demasiado tiempo, podemos encontrarnos con averías cuya reparación será realmente costosa.
  • Foco de alergias. Si somos alérgicos a los ácaros del polvo o tenemos asma, o si convivimos con una persona que sufra alguna de estas dolencias, los radiadores sucios se convertirán, además, en un foco de diversos problemas de salud que podríamos evitar con mucha facilidad.

Los radiadores y calentadores tienen la particularidad de que son usados de forma intensiva durante los meses de invierno, solo para ser completamente olvidados después, durante el verano. Por ello, inevitablemente terminan acumulando una gran cantidad de polvo y suciedad, por muy cuidadosos que seamos.

 

Pasos para limpiar los radiadores de la calefacción a fondo

  1. Apagar los radiadores, en caso de que los hayamos encendido, y esperar hasta que estén totalmente fríos.
  2. Cubrir el suelo alrededor de los radiadores con sábanas viejas, periódicos antiguos o trapos para evitar ensuciar.
  3. Limpiar cuidadosamente todo el polvo exterior del radiador con un paño húmedo.
  4. Limpiar la parte trasera y los recovecos del radiador. Para ello, podemos utilizar cepillos especiales que se venden en numerosos comercios: tienen forma cónica y se introducen por cualquier rincón.
  5. Si hay mucha suciedad incrustada, utilizar la limpieza con vapor: una vaporeta ayudará a eliminar las manchas más resistentes, incluidas las que son mezcla de agua y polvo.
  6. Otra opción es emplear productos desengrasantes mezclados con agua, aplicándolos cuidadosamente por medio de un paño.

Siguiendo estos pasos, dejaremos impolutos los radiadores de aluminio que podemos encontrar normalmente en las casas.

Los radiadores más antiguos, de metal o hierro fundido, necesitarán limpiezas periódicas con mayor frecuencia. La limpieza de estos radiadores implica usar una aspiradora potente o un comprensor, además de ocuparse del agua sucia del sistema de ventilación del aparato. En cuanto a los productos, es recomendable utilizar detergentes neutros o desengrasantes.

 

¿No puedes ocuparte de tus radiadores? No los descuides: recurre a un profesional

No caben excusas: limpiar los radiadores de calefacción cuando empieza el invierno, independientemente del tipo, es fundamental para maximizar la producción de calor y evitar tener un foco de suciedad y microorganismos perjudiciales en cada una de las habitaciones de nuestra casa.

No obstante, si no puedes o no quieres limpiar tus radiadores, o si, tal vez, tienes que ocuparte de la limpieza de una casa que lleva mucho tiempo desocupada, la mejor opción es que recurras a una empresa de limpieza profesional como Clyma.

Llámanos ahora al 94 415 10 22 o rellena nuestro formulario y te explicaremos, sin ningún compromiso, cómo trabajamos y de qué manera podemos ayudarte.

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