¿Por qué surgen las plagas de termitas en verano?
Las plagas de termitas en verano son un difícil problema con el que se encuentran muchas personas en cuanto mejoran las temperaturas. El comienzo del buen tiempo, justo después de las últimas lluvias, suele causar una auténtica explosión demográfica en las colonias de estos pequeños animales… y muchos quebraderos de cabeza para los que viven cerca de ellas.
Como tantos otros insectos, las termitas no son peligrosas por sí mismas. De hecho, cumplen una función muy importante en los ecosistemas en los que viven: airean la tierra, contribuyen a descomponer las plantas y los animales muertos y, en general, aumentan la fertilidad del suelo.
El problema viene, claro, cuando las termitas deciden expandirse y comienzan a buscar su alimento en nuestros edificios. Y es que, con el buen tiempo, miles de termitas aladas (que solemos confundir con otras plagas de insectos, como las de hormigas) salen de sus colonias con el objetivo de fundar otras nuevas… en muchas ocasiones, en nuestras viviendas.
Las termitas son realmente voraces. Además, y en contra de la creencia popular, no solo los edificios de madera sufren plagas de termitas. Es cierto que las termitas son una de las plagas de la madera más conocidas, y así se las identifica, pero también pueden instalarse en construcciones de ladrillo u hormigón y consumir los objetos de madera que haya en su interior, los soportes de la estructura del edificio y, general, cualquier material que contenga celulosa.
¿Cómo detectar una plaga de termitas y qué debemos hacer?
Las plagas de termitas puede ser difíciles de detectar. Las termitas suelen acceder a los edificios por conductos subterráneos, pequeñas grietas y ubicaciones similares, por lo que lo más normal es que al principio no seamos conscientes de que están ahí. Además, son animales nocturnos y rehuyen la luz.
Esto significa que, normalmente, cuando detectamos que tenemos una plaga de termitas, el problema ya suele ser serio. Lo que podemos hacer es:
- Si vivimos en una zona en la que haya presencia de termitas, deberemos encargar inspecciones periódicas para asegurarnos de que nuestro edificio está limpio.
- Prestar atención a cualquier señal que indique que tenemos una plaga de termitas: paredes agrietadas, ruidos extraños, tarimas deterioradas, puertas y ventanas que no cierran bien, restos de alas de insectos, etc. Si detectamos cualquiera de esos indicios, deberemos contactar inmediatamente con un profesional del control de plagas.
No debemos dejar correr el tiempo, ni despreciar el daño que las termitas pueden llegar a causar en un edificio. Nos saldría muy caro: estos diminutos insectos son incansables, y pueden provocar gravísimos daños estructurales prácticamente en cualquier clase de construcción.
Las termitas son muy resistentes, y difíciles de eliminar incluso para las empresas expertas en control de plagas como Clyma; no obstante, reparar los daños que causan (daños que en ocasiones son irreparables, por cierto) puede costarnos, como decimos, mucho dinero. Mucho más que contratar a un profesional que acabe con ellas.
¿Cómo prevenir las plagas de termitas?
- Colocación de cebos para monitorizar la actividad de las termitas cerca de nuestro edificio.
- Creación de barreras químicas antitermitas, mediante productos químicos líquidos que se inyectan bajo el suelo y contienen el avance de las termitas durante varios años.
- Tratar la madera de nuestro edificio y reducir al mínimo la humedad. Cuanto mejores sean sus condiciones de higiene y conservación, menor será el riesgo de que las termitas la encuentren tentadora.
Si quieres saber más sobre las plagas de termitas en verano, cómo prevenirlas y cómo acabar con ellas, contacta con Clyma. Somos expertos en control de plagas de todo tipo, y estamos seguros de que podemos ayudarte con tu problema.
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