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¿Cómo detectar una plaga en casa?

Cómo detectar una plaga

 

Cómo detectar una plaga: todo lo que debes saber

¿Cómo detectar una plaga en casa? ¿A partir de qué punto se considera que tenemos una plaga? Es una duda muy habitual, ya que, aunque no pensemos a menudo en ello, todos convivimos con insectos en casa, hay ratas en todas las ciudades… es inevitable, y normalmente no supone ningún problema. Pero sabemos bien que muchos tipos de insectos, y por supuesto también roedores, pueden comenzar a reproducirse de forma indiscriminada en cualquier momento, extenderse y convertirse en una plaga.

Entre las infestaciones más comunes en nuestros hogares, sin duda destacan las plagas de chinches de cama y las plagas de cucarachas. En tercer lugar, pero no demasiado lejos, quedan las ratas.

Todos estos animales proliferan especialmente con las altas temperaturas, un fenómeno que, como ya sabemos, cada vez es más habitual en casi todas las épocas del año. Así pues, saber reconocer las señales de una plaga y entender cuándo tenemos un problema es fundamental.

 

Señales que delatan la presencia de una plaga

Hace poco estuvimos hablando sobre cómo detectar a las chinches de cama, y en ese artículo expusimos algunas claves que pueden sernos útiles para identificar otras de las plagas que más habitualmente podemos encontrarnos en viviendas, comunidades de vecinos, oficinas y otras localizaciones.

Lo primero que debemos saber es que, si en nuestro hogar está creciendo una plaga, seguramente veremos aquí y allá a algunos de los responsables: cucarachas, chinches, termitas… debemos sospechar, especialmente, si siempre los vemos en los mismos lugares. Además, estos animales suelen dejar rastros más o menos evidentes: restos de piel, que mudan con cierta frecuencia, huevos, sangre o incluso cadáveres.

Uno de los rastros que con más claridad nos indicarán la presencia de una plaga son los excrementos, especialmente en esquinas y rincones. Tanto los roedores como los insectos suelen dejar estas pistas, muy fáciles de detectar.

Dependiendo del tipo de plaga que sospechemos que nos afecta, lo recomendable es buscar información sobre cómo son sus excrementos y otras señales específicas. Por ejemplo: las cucarachas dejan un rastro similar al polvo negro, mientras que las ratas excretan bolas de pequeño tamaño.

Si alguna zona de nuestra propiedad está especialmente sucia o tiene basura acumulada, escombros o restos similares, conviene que la examinemos en primer lugar. Obviamente, la suciedad es un imán para las plagas, pero, ¡ojo! No debemos confiarnos ni aun en el caso de que sigamos estrictas rutinas de limpieza: algunas plagas, como las polillas, los pulgones o los ácaros, pueden desarrollarse en zonas que no estén necesariamente sucias, pero si húmedas. Los jardines, por ejemplo, son también un imán para los huéspedes no deseados.

 

¿Cómo actuar cuando hemos localizado la plaga?

Si confirmamos la presencia de una plaga, no bastará con usar insecticidas u otros métodos de eliminación convencionales. Será imprescindible que intervenga un profesional del control de plagas, quien podrá estudiar los ciclos biológicos y las características de la plaga para combatirla con mayor eficacia y, sobre todo, prevenir su reaparición. Este último, suele ser el principal problema que se encuentran las personas que decidan ocuparse de una plaga sin solicitar ayuda.

Debemos tener claro, por encima de todo, que la prevención es fundamental para enfrentarse a las plagas. En Clyma realizamos todo tipo de intervenciones periódicas para evitar el surgimiento de plagas en ubicaciones especialmente sensibles

Si quieres más información acerca de cómo detectar una plaga, o si sospechas que te enfrentas a una y no sabes qué hacer, no pierdas más tiempo: contacta ahora con Clyma y te asesoraremos sin ningún compromiso.

Llámanos ahora al 94 415 10 22 o rellena nuestro formulario y nos pondremos en contacto contigo.

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